martes, 26 de octubre de 2010

11 cuentos que no cuentan nada (Cuento quinto)

Un cuento que no sucedió.



Era un día lluvioso de una invernal tarde en un pueblo peninsular. Aunque bien mirado, no llovía tanto. En realidad no llovía en absoluto. Esto puede llevar a pensar que no era un día lluvioso. Es mas, no había ni una nube en el cielo, lo que imposibilitaba que lloviese. Por lo tanto no era un día lluvioso, sino un día soleado.

Eran mas de las 12 de la noche, así que ni era de día ni lucía el sol.

La temperatura ambiente era de unos 30 grados centígrados. Una temperatura muy habitual a mediados de Agosto, fecha en la que nos encontrábamos. Esto también convertía en mentira lo de "invernal". Así que no era un día lluvioso de una invernal tarde, sino una calurosa noche veraniega.

Todo sucedió durante esa noche, y todo sucedió en la playa. Aunque el cadáver de Lichenko fue encontrado en la montaña. Por lo tanto, no todo sucedió en la playa. Realmente, en la playa no sucedió nada, ya que era un pueblo centro-peninsular sin playas.

Según quien contara la historia cambiaba mucho. Había miles de versiones, pero solo tres de ellas habían ganado fuerza dentro de la rumorología popular. La que decía que todo sucedió en la playa, en invierno y bajo la lluvia; la otra que decía que sucedió en pleno verano en el monte; y, por último, la que decía que no había sucedido absolutamente nada.

Por extraño que parezca, la última era la única verdadera. Por que en ese pueblo nunca había pasado nada. De hecho, ese pueblo ni siquiera existía. Así que el cadáver de Lichenko nunca fue encontrado.

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