lunes, 16 de agosto de 2010

Microrelato

Un francés que no era de Francia.

Ese francés resultó ser genial. Pero le dejó la polla hecha un cristo. Valió la pena.

miércoles, 11 de agosto de 2010

De las calles al sofá.

«El pais del cotilleo» es como nos definimos muchas veces nosotros mismos, siempre que no utilizamos «los toros», el «olé» o el flamenco. Quizás fuera de España solo conozcan las ultimas tres caracteristicas nacionales que he mencionado, ya que la primera no la exportamos (o eso espero) y también por que, supongo, a nuestros países vecinos no les importa tanto nuestra vida privada como a nosotros la de nuestros paisanos.


El cotilleo esta grabado a fuego en la idiosincrasia nacional. La afición a la lidia de toros, por ejemplo, ha permitido durante muchos años (y sigue permitiendo), que un numeroso grupo de personas, que no representa para nada a la sociedad ni a la cultura de este país, pudiera vivir de un espectáculo lamentable (desde mi punto de vista. Que aquí es el que vale). Un espectáculo en el que si cambiaras al toro por cualquier otro animal, hasta el mayor aficionado a la tauromaquia te hablaría de «tortura» en lugar de hablar de «lucha en igualdad de condiciones», y hablaría de «hijos de puta» en lugar de hablar de «maestros». Pero este tema ya esta tocado, retocado y violado. Y mas desde lo que paso el otro dia en Cataluña.


Del cotilleo enfermizo, del marujeo es de lo que quiero hablar. Josef Fritzl, el «monstruo de Austria» (heroe para muchos), dentro de su casa, pudo hacer y deshacer a su antojo durante mas de veinte años sin que nadie, a parte de su hija y rehén, le tocara los huevos. Cuando todo esto vio la luz, en España, la gente no se explicaba como los vecinos de Josef no se habían percatado de todo el amor paterno-filial que se estaba repartiendo en los sótanos de ese hogar (dulce hogar). España no comprendía esa situación, por que los españoles, estamos acostumbrados a saber lo que hace y lo que deshace el vecino. Y cuando no lo sabemos, nos inventamos alguna mentira que, a base de repetirse, termina convirtiéndose en verdad. Por que somos así, y somos demasiado chulos como para que alguien venga a cambiar eso ahora.


El cotilleo también ha permitido que en este país, un grupo de subnormales pueda vivir del cuento. Personas que se dedican a follarse los unos a los otros (cosa que no esta nada mal), denunciarse entre si y reconciliarse para volver a cobrar. Una formula que en este país a funcionado a la perfección, por que el cotilla o la maruja ahora solo tiene que sentarse en el sofá de casa para conseguir ese alimento que, tiempo atrás, tenia que luchar en las calles, observando, especulando, inventando y difundiendo. La gente de la tele, y me refiero a la que no sale delante de las cámaras, no es tonta. Así que le da a la gente de la calle lo que quiere. Y aquí reside la tristeza del asunto, en que esto sea lo que quiere la gente de la calle.


Hoy he leído un titular ahora-mismo.no-se-donde, que ponía: «"Mas allá de la vida" es un éxito de audiencia en su primera emisión». Para el que no lo sepa, «Mas allá de la vida» es un programa del corazón. Pero como todos los programas de este tipo se empiezan a parecer demasiado y, a pesar de que la formula funciona gracias a un publico intelectual y completamente entregado, han decidido meter una variante. En este programa, los famosos van para comunicarse con los espíritus de sus familiares muertos (si, lo echan en «tele5»). Como todos los personajes de este mundillo ya han discutido unos con otros multitud de veces y no queda mas gente con la que discutir, se han pasado a la otra vida para tocar un poco los cojones también por ahí, donde se supone que la gente tiene que estar descansando.


Con este programa funcionando, se confirma una cosa. Y es que, cualquier tipo de fusión con el genero «corazón», te asegura éxito. Esto puede crear un mal precedente (mas que asentado) que nos lleve a muchos a renunciar al televisor o a suicidarnos para ir a ese «mundo mejor» en el que ese mundillo de color rosa esta dando sus primeros pasos.