Tocha nueva, vida de mierda

En el texto “de quirófanos” no quise decir en que consistía la operación a la que me iba a someter, mas que nada por que en caso de morir, prefería que dejarais volar vuestra imaginación en plan: “sería un transplante de corazón”, "un cancer de pancreas" o algún tipo de operación de alto riesgo.

El caso es que no fue nada de eso, simplemente me operaron de la nariz, y morir en una operación de este tipo no tiene ningún merito. Es mas, yo diría que mas que pena, hubiera provocado risa, el hecho de fallecer en una operación de estas características.

Tranquilamente se podria haber producido la sigueinte situacion:


ESCENIFICACION
Lugar: Quirófano
Situacion: Yo anestesiado, resto de médicos recostados sobre mi llevando a cabo el trabajito

(Cirujano): Bisturí por favor
(Enfermero): aquí tiene
(monitor cardiaco): PIpi.....PIpi.....PIpi.....PIpi
(Cirujano): Rectificamos tabique, y metemos gasa.... enfermero deme una gasa
(Enfermero): aquí tie.... ¡¡¡¡¡¡que pasa!!!!!
(Monitor cardiaco): PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
(Cirujano): jajajajajajajajajajajajajajaja, ¡¡¡OSTIA QUE MIERDA DE TIO!!!, madre mía, ¿pero que es esto?, va y se muere en esta mierda de operación, jajajajajajajaja
(Enfermero): jajajajajajajaja, joder tío, venga venga donde esta la cámara oculta, será débil el gilipollas
(Cirujano): Hora de la muerte....catorce treinta y cuatro

MINUTOS MAS TARDE
Lugar: Habitación del paciente
Situación: Familia del difunto esperando noticias sobre la operación

(Cirujano): Hola son los familiares de Mateo Pons Alemany
(Familia): SI
(Cirujano): Bueno pues...... se van a reír. En mitad de la operación, va su hijo y se muere el muy subnormal jajajajajaja
(Familia):.................jajajajajajaja, joder, vaya mierda de hijo que tenemos, ¿no?, si era una mierda de operación Jajajaja
(Cirujano): y que lo diga, pero mierda mierda, un hijillo de nada es lo que tienen.... bueno... tenían.

FIN DE LA ESCENIFICAION


Bueno, la mofa sobre mi penosa muerte hubiera seguido durante unas semanas asta que el tema se hubiera diluido en el tiempo.

A esto me refiero cuando digo que si tienes que morir, que sea a corazón abierto, al menos tu muerte no va a provocar la carcajada de tus seres mas queridos.

Bueno, como ya dije, si estas leyendo esto (si es que lo lee alguien) significa que no he muerto.

¿Soy un héroe?
NO

Empecemos desde el principio.

Nada mas llegar al hospital me pusieron el suero. El suero en el hospital viene a ser como el condón en el puticlub, no te das cuenta y ya lo llevas puesto.

Así fue, llegue, me tumbe y cuando me quise dar cuenta estaba enganchado a una puta bolsa, la cual estaba enganchada a un puto palo, que estaba enganchado a mi puta cama. Esto limitaba de forma radical mi radio de acción y esa libertad que había tenido durante toda mi vida. Acababa de llegar ahí, y ya me empezaba a sentir en una cárcel. Al poco tiempo, cuando aun no habia asimilado mi nueva y triste situación, vino un enfermero y me dijo esa frase que todos sabíamos que iba a llegar ("a quirofano"), pero que cuando te la dicen, empiezas, de forma inconsciente, a buscar escapatorias inexistentes a esa situación y a hacerte preguntas del tipo “¿me molestaba tanto el tabique?" "¿me costaba tanto respirar con los cornetes inflamados?”.

La teoría de la relatividad es cojonuda. Esas dos preguntas, a un mes de la operación, tienen una misma y rotunda respuesta: “SI”. Pero la respuesta a esas mismas preguntas, hechas cuando el siguiente paso en tu vida es entrar en quirófano, se convierte en un: “NO”, incluso mas grande que el “SI” anterior.

Pero bueno, yo estaba en calzoncillos, con un suero enganchado al brazo y acojonado, y como todos sabemos, un hombre en esta situación no tiene derecho a opinar sobre ningún tema, por mucho que le incumba, de modo que, agache la cabeza y.... a quirófano.

Si, los quirófanos son como en las películas. Limpieza, esterilidad, personas enmascaradas, focos enormes y una bandeja llena de un instrumental que tiene pinta de cortar entrecots sin ni siquiera tener que hacer fuerza. En las peliculas es muy bonito, pero cuando el entrecot eres tu, la cosa cambia, y mucho.

Después no se lo que paso, pero la lógica me indica que me pusieron la anestesia y, como si solo hubieran pasado 10 segundos, me desperté a las 5 horas.

Al despertarme estaba bastante agilipollado. Muy importante, ningún tipo de dolor en el culo, así que había esquivado la violación de forma magistral.

Resumiendo, me pusieron en una camilla, e hice el mismo recorrido que había hecho 5 horas antes pero a la inversa. Acabe en la habitación viendo un desfile de enfermeras que no paraban de conectar y desconectar cosas de mi suero, al principio preguntaba, pero al final decidí confiar en lo que hacían, que por algo han estudiado.

Primera situación embarazosa tras la operación:
Llega una enfermera y con su sonrisa angelical me dice: “¿has meado?” (me esperaba que me dijera algo bonito, pero se ve que estas mujeres pierden el tacto con el paso de los pacientes), a lo que yo, inocente donde los haya, contesto: “No, aun no” (pero por que me daba pereza, no por problemas de estreñimiento de vejiga), y la muy zorra va y me suelta: “Voy a por la sonda”.

En cuanto ella salió de la habitación, mi pereza se convirtio en necesidad, me puse en pie, cogí las dos bolsas que estaban enganchadas a mi vena, me fui al baño, y me puse a mear en una postura, que me veo completamente incapaz de describir. Cuando salí del baño la enfermera entraba con la sonda, y entonces fue cuando yo, remojado de orgullo le dije: “Ya he meado”, cuando lo que en realidad quería decir era: “Ya he meado, PUTA”.

Siempre he dicho que, un hombre de verdad tiene que ser capaz de expulsar una piedra de hasta 5 cm. de diámetro a través de su pene, si la única alternativa que se le ofrece es la introducción de un tubo por su santo miembro.

Desde ese momento hasta el día de hoy, soy un alma en pena, que no para de limpiarse sangre y pus coagulada de la nariz, de tomar calmantes, de tomar anti-inflamatorios y de ver como los días no pasan.