viernes, 10 de julio de 2009

Aventura* europea (*odisea)

Héramos 3 individuos: A, B y C (A=mi hermano, B=un señor calvo que niega tener alopecia y C=yo).
Teníamos un objetivo: Cojer un Mini Cooper S en Frankfurt y traerlo hasta nuestro puto pueblo (Paguera), y como os podeis imaginar esta a tomar por culo una cosa de la otra.


Día 1
Aerolineas de segunda linea y aeropuertos en ruinas

Salíamos el miércoles a las 19:00h. con un avión de Ryanair, pero estamos hablando de una compañía LowCost, así que la hora oficial de salida, no es mas que una referencia inútil sobre la hora real de salida (21:ooh.). Pero la cosa no acaba ahí, también nos la metieron doblada con la puerta de embarque, en el último momento nos la cambiarón, y direis... "Os enviaron a la puerta de al lado, ¿no?", y os contestare "No, hijos de puta, nos enviaron a la otra punta del puto aeropuerto, que no es precisamente diminuto". En definitiva, teníamos que salir a las 19:00h. por la puerta [X], y salimos a las 21:00h. por la puerta [X+700m.].

LA PRIMERA EN LA PUTA FRENTE.

Una vez recibido tal golpe frontal, todo ser humano piensa que la cosa no se puede torcer mas, pero amigos... la cosa se podía torcer, y mucho (en realidad no se torcio tanto, pero hay que enganchar al lector prometiendole aventuras que realmente no se van a producir; lo hacen los políticos, lo hacen los matrimonios, lo hacía Ramon Calderon... ¿Por que no lo voy a hacer yo?).

Subimos al avión, dejamos el miedo a un lado y nos abrazamos a la valentía. Teníamos que ir a Frankfurt, todo empezaba a ir sobre ruedas (aparentemente). Horas después aterrizamos en un aeropuerto llamado Frankfurt Hahn, me asomé por la ventanilla, vi el aeropuerto, y un escalofrío recorrió mi pene (cada uno reacciona como quiere), parecía que habíamos aterrizado en son banya (Para los que no son de Mallorca, son banya es un poblado hecho a base de cabañas, donde los gitanos tienen su negocio. En Mallorca el que quiere droga, va a son banya). Cuando me enteré de que estábamos a 100km de Frankfurt, me empece a preguntar por que ese conjunto de chabolas asfaltada, incluía la palabra Frankfurt en su nombre.

Estábamos en Alemania, hacía un frio de tres pares de cojones (esto explicaba por que esa gente viene en manada a nuestra isla), nuestro hotel estaba a 100km de distancia, y solo el Sr. B hablaba el idioma germánico.

Esta era la bienvenida que nos daba la tierra del holocausto. Cogimos un autobus, después cogimos un taxi, y luego llegamos a un lugar que se hacia llamar hotel. A dormir, mañana iba a ser otro día (frase cargada de obviedad, siempre la he considerado absurda)

Día 2:
Carretera y manta

Nos despertamos a las 7:00h. y nos fuimos de ese puto antro. Teníamos la intención de desayunar en un bar, cosa que en España no es ninguna complicación. Muchas veces he escuchado que nuestro país es el que tiene mas "Bares barra Ciudadanos", pues Alemania debe ser el que menos tiene. Intenté buscarle una explicacion a esto, y la unica que me dejo satisfecho fue la de "Aquí los bares los deben montar los judios en su mayoría y... ya se sabe...".

La verdad es que este día fue el mas aburrido de todos. Fuimos a por el coche, hicimos papeleo como cabrones, cambiamos matriculas como mafiosos y empezamos nuestro viaje de vuelta.

Cuando alguien os diga que en las autopistas de Alemania no hay límite de velocidad... CREEDLE. Si os dicen que a 200km/h te tienes que apartar para que te adelanten... CREEDLE también.

Llegamos a la frontera con Francia. Ningún tipo de control. Los franceses se fían de los alemanes y viceversa. Pasamos de no tener limite de velocidad, a tener un limite de 130km/h en seco y 110km/h en mojado. Llovía. Este recorte repentino de libertadas me llevo precipitadamente a cagarme en Francia y en su puta madre.

Hicimos kilometros y kilometros hasta que nos paramos en un hotel cerca de España. Negociamos el precio de la habitación, y ese diálogo me sirvió para confirmar algo que ya sabía... esta gente habla chungo, no os fieis de ellos, te la están intentando colar. Nos fuimos a dormir otra vez.


Dia 3:
Barcelona, tour y Balearia

Otra vez madrugamos, esta vez con el objetivo de abandonar ese país. No estabamos comodos con esa gente.

Llegamos a la frontera con España. CONTROL. Ni los españoles se fían de los franceses ni viceversa. Estábamos en nuestra querida nación. Limite de velocidad 120Km/h.

Bajamos a Barcelona, dejamos el coxe listo para entrar en el puerto. Lo teníamos que meter a las 13:30h., pero lo metimos a las 15:30h. Lo hijos de puta de Balearia nos habían tocado los cojones y habían despertado de su letargo toda la ira que nos provocaron los imprevistos del primer dia.

Héramos tres personas con los cojones hirviendo, con ganas de sangre y sin control. Así que decidimos ir a un chino a comer y relajarnos, y así fué. Vívan los chinos, estos cabrones son unas máquinas que merecen ser benerados. Ni los beneramos ni pollas, pagamos y nos fuimos acia el barco.

Penúltimo imprevisto. 30 metros nos separaban del barco y teníamos 10 minutos para embarcar; pero un vallado (Preparado para que los "deportistas" del tour de francia pasaran. francia volvía a entrar en escena, y una vez mas lo hacía para tocar los cojones) y un Mosso d'Esquadra (Cuando pensaba que no existía gente mas chula ni mas gilipollas que la policía local de mi municipio, vino el mosso/subnomal este y me saco de dudas, la policia local de calvía ocupa el segundo lugar, los Mossos se ponen en cabeza), estaban dispuestos a tocarnos los cojones. Nos acercamos al Mosso y le dijimos "podemos cruzar, que tenemos que cojer un barco en diez minutos". Su contestacion se limito a estas palabras: "¿Sabeis volar?".

COSAS QUE DEBERIAMOS HABER HECHO EN ESE MOMENTO:
- Escupirle
- Pegarle una patada en los cojones
- Volar, demostrandole que si sabíamos
- Matarlo

De todas ellas, hay tres que hubieran terminado con nuestro culo en una puta celda. La otra es pura fantasía.

COSAS QUE HICIMOS EN ESE MOMENTO:
- Alimentar nuestra ira, callarnos, girarnos, y cruzar a unos metros de distancia

Escogimos la opción mas inteligente, pero a la vez la menos satisfactoria.

Llegamos al barco, cuando todo parecía ir de puta madre (estabamos ya dentro, íbamos de Barcelona a Mallorca y de Mallorca a nuestra casa), surgió el último imprevisto. No íbamos de Barcelona a mallorca... íbamos de Barcelona a Menorca, y de Menorca a Mallorca. Esto nos podría haber hecho explotar y convertir la ira acumulada, en actos catastroficos que podrían haber derivado en muertes y un barco hundido en pleno Mediterraneo, una autentica tragedia. Pero este viaje nos habia hecho madurar, así que respondimos a esta última provocacion del señor, con elgancia y saber estar. Nos miramos, nos reímos, y fuimos al bar del barco ha hablar sobre el viaje, mofandonos de todo lo que nos había pasado transformando así toda la ira acumulada, en alegria. Los protagonistas del tramo final del viaje fueron la alegria, la carcajada, la amistad y una madurez que no conoce límites.

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