Noches (VI)

…ALEGRES, MAÑANAS TRISTES

La otra noche fue nochebuena y al dia siguiente fue navidad. Y con esta bonita y cierta frase, empezamos.

El dia de nochebuena, en el momento en el que te despiertas sabes dos cosas que no tienen ningún remedio y que no aceptan discusión:

1ª) Tienes que reunir dinero para hacer un botellón por la noche
2ª) Tienes que beberte todo lo que has comprado

Y amigos, la segunda es la que me ha traído hasta aquí..

Existe un refrán, en Mallorca (y en el mundo entero) que dice “Arrancada de cavall, arribada de somera”. Extrapolado al mundo de la noche, quiere decir: “com et beguis fins l'aigua del gerros, ho passaràs puta al dia següent”.

Después de esta pequeña introducción, pasemos a la chicha.

A las 23.45h. acabó la siempre empalagosa cena de nochebuena. Familia, tipos de carne que no ves en todo el año, champagne, vino, agua no… todos sabemos de lo que hablo. Y de la cena me fui al botellón. Hacía bastante que no salía de marcha, así que iba dispuesto a beber sin freno. Llámame gilipollas. Todos sabemos en que se convierte una noche, cuando vas con esa disposición, y el que no lo sepa… debería salir un poco mas de casa. Y como todos lo sabemos, voy a pasar a hablar del dia siguiente. Navidad.

En el dia de navidad hay una comida familiar. Es una tradición desacertadísima, ya que todos los jóvenes de la familia llegan con una cara de la cual se pueden sacar muchas conclusiones que ahora no vienen al caso.

Mi dia de navidad empezó de la peor forma que puede empezar un dia después de una marcha: Completamente desubicado en el tiempo, y con mi móvil sonando.
(Mi padre) “tito, on ets que t’estem esperant tots”
(su hijo. que soy yo) “m’estic vestint, ja baixaba”

Si un dia te despiertas y la primera frase que dices es una mentira, es por que ocultas algo.

Esa conversación de dos frases había conseguido agobiarme mas de lo que yo podría haber imaginado. Aun ni siquiera era consciente de que tenia una resaca colosal, y ya me había enmarronado con una comida familiar en el pueblo de al lado. Viendo mi estado de precariedad física y mental, me hubiera convenido decir: “Sabeu contar?, pues no conteu amb mi”. Pero no lo hice. Puedes llamarme “formal”. Pero es mas acertado llamarme “gilipollas” una vez mas.

De camino a la comida, tenia esa marcada sensación de malestar general que te intenta decir: “un paso mas en la dirección equivocada, hubiera supuesto tu muerte”. Rápidamente me di cuenta de que mi estomago no estaba dispuesto a que le lanzara provisiones de ningún tipo. Algo me decía que las expulsaría sin avisar. Así que me fui para alla con la firme convicción de que, en esa comida, yo no iba a comer.

Ya llegaba a casa de mis tíos, abría la puerta, y por la cara con la que me miraba toda la familia, estoy seguro de que Belén Esteban antes de la/s operación/es, tenia un aspecto infinitamente mas sano que el que debia tener yo en ese momento.

Me pusieron el primer plato. Yo dije que no tenia hambre por que acababa de desayunar fuerte (con esa frase no conseguí engañar a nadie). El segundo plato, directamente, no me lo pusieron. Y cuando pusieron el postre, yo ya estaba en mi casa pasando una de las peores resacas que haya tenido jamas.

Mi estomago seguía en sus trece, así que no podía ni beber ni comer, a pesar de que me estaba muriendo de sed y de hambre. Llegue a pensar que jamas me iba a recuperar, ya que normalmente 24 horas después de la primera copa, vuelves a ser la persona que eras un hora antes de esa misma copa. Pero habían pasado esas 24 horas criticas y yo seguía siendo un trozo de carne que se arrastraba por la vida. Y lo voy a dejar aquí, por que seguir escribiendo, significaría seguir denigrando mi imagen.


AGRADECIMIENTOS:
A José María, que con su pregunta “¿Cómo estás después de lo de anoche?”, se ha convertido en mi inspiración.